¿Qué hacemos ante…?
INMADUREZ ARTICULATORIA
El caso
Andrea tiene cuatro años y seis meses, es la mayor de dos
hermanos.
Presenta un buen nivel de desarrollo
en todas las áreas pero tiene
ciertas dificultades a la hora de
expresarse oralmente.
Suele intercambiar el lugar de las
sílabas dentro de las palabras. Por
ejemplo, dice /bacallo/ en lugar de
/caballo/ o /paderes/ en vez de
/paredes/.
Normalmente, no tiene problemas para
hacerse entender porque usa
muchos gestos. Sin embargo, una
persona que no la conozca puede
encontrar difícil interpretar lo que
dice. Cuando está nerviosa, tiene que
repetir sus palabras porque es casi
imposible comprenderla.
En el colegio, Andrea es una niña
trabajadora y constante. Tiene un
buen rendimiento y le gusta mucho
colaborar en todas las actividades.
Se encuentra bien integrada en el
grupo y sus pequeños problemas de
articulación no le suponen ningún
obstáculo para relacionarse con sus
compañeros.
Los padres de Andrea no están muy
preocupados con los errores
expresivos de su hija. Creen que
habla así para imitar a su hermano
pequeño. Su madre piensa que está un
poco celosa porque ahora
tiene que dedicar mucho tiempo a su
hijo. El hermano de Andrea
cumple dos años y toda la familia
está pendiente de sus movimientos
y, sobre todo, de sus palabras.
El profesor de Andrea cree que su
alumna puede tener problemas para
aprender el lenguaje escrito si no
supera sus errores de inversión de
sílabas.
¿Qué podemos hacer?
Andrea es capaz de pronunciar los diferentes
fonemas, su dificultad
consiste en la alteración del orden
de las sílabas dentro de la palabra.
Este problema puede deberse a los
celos que tiene de su hermano,
intentando llamar la atención
imitando su forma de hablar. Tenemos
que elogiar a Andrea cuando se
exprese correctamente. Podemos
decirle que estamos muy contentos
con ella porque ya sabe hablar
como una niña mayor.
Es muy importante colaborar con la
familia de Andrea para que presten
atención a su lenguaje y le animen a
hablar bien.
Para ayudar a Andrea a superar sus
dificultades realizaremos juegos
de ritmo y estructuración temporal.
Por ejemplo, pediremos a los
alumnos que repitan las sílabas de
una palabra al ritmo de los
cascabeles. A cada golpe de
cascabeles repetirán una sílaba, cada
vez más rápido, hasta terminar
diciendo la palabra completa en un sólo
golpe de cascabeles.
Debemos enseñar a nuestra alumna a
relajarse, existen muchos
ejercicios para controlar la tensión
adaptados a niños de tres a seis
años.
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